Ana

Soy Ana, y siendo solo una niña mi madre me abandonó, era prostituta y drogadicta, y no podía cuidarme, y desde entonces he vivido en diferentes hogares de acogida.

hace un tiempo, llegué a los hogares refugio que REMAR tiene en Santo Domingo. Aquí, por fin, encontré un lugar donde me sentía segura y querida. Ahora, estoy estudiando y tengo una estabilidad. 

Si quieres ayudarme, puedes apadrinarme. Con tu ayuda, podré seguir estudiando y tener un futuro mejor.