La fórmula es simple: un grupo de voluntarios y misioneros cargan alimentos, productos higiénicos, ropa de abrigo y cualquier ayuda que, dependiendo de la época del año y su climatología, puedan necesitar las personas sin techo o que acuden a por droga a los puntos de venta situados, generalmente, en poblados marginales o a aquellos que se encuentran durmiendo en parques, portales, cajeros de banco o edificios abandonados y se les ofrece la ayuda material que necesitan y/o el ingreso inmediato y gratuito en cualquiera de las casas de acogida que se gestionan.