El DIARIO DE TIERRA DE FUEGO que se edita en la República de Argentina ha publicado un artículo de interés sobre las actividades de esta ONGD en esa zona del llamado Fin del Mundo.
A continuación reproducimos el artículo de prensa.
La mesa de enlace REMAR ya se encuentra activa en Tierra del Fuego
La ONG trabaja por la rehabilitación de marginados realizando acciones de concientización en Ushuaia. En los últimos meses la organización logró derivar, a centros de referencias, a cinco jóvenes de la capital fueguina que padecen de algún tipo de adicción.
Representantes patagónicos de la organización internacional REMAR (Rehabilitación de Marginados) se encuentran por estos días en Ushuaia realizando acciones de concientización en la comunidad. La iniciativa tiene lugar tras la puesta en marcha de una mesa de enlace fueguina que servirá de nexo para trabajar en la provincia con la prevención y tratamiento de adicciones como el alcohol, las drogas, la problemática del VIH–Sida y asimismo en la contención de mujeres y niños en situación de vulnerabilidad social.
En los últimos meses la mesa –que está integrada por padres que jóvenes que están siendo asistidos actualmente en estos centros terapéuticos en la Patagonia u otros centros del país– logró derivar cinco jóvenes de la capital fueguina que se encuentran atravesando alguna de estas problemáticas.
Quienes trabajan dentro de REMAR lo hacen de manera voluntaria y en muchos casos son personas recuperadas por la institución. Tal es el caso del coordinador regional de REMAR Elías Medina, quien destacó a EDFM: “La mesa de enlace se encuentra activa en Tierra del Fuego, funcionando con el trabajo social de las familias de los jóvenes que actualmente están siendo tratados”. “Ellos se encargan de detectar y analizar los casos que pueden ser abordados por la organización”, precisó.
El entrevistado tiene 30 años y confesó ser “un adicto recuperado” del consumo compulsivo de paco, uno de los peores flagelos que hoy afectan a las grandes ciudades del país. Recordó que “al principio fue complicado porque mi vida era un descontrol, no tenía limites, horarios y al ingresar a REMAR pude aprender a tener una rutina y responsabilidades que me ayudaron a ser más disciplinado y lograr tener una vida más normal y feliz”.