El estrés también afecta a los más pequeños. Enseñar a los niños a mantener la calma, confiar en Dios y vivir sin ansiedad es esencial para su desarrollo emocional. A través de PAN y REMAR, muchos niños vulnerables encuentran estabilidad y esperanza.

En la vida cotidiana, los adultos solemos enfrentar situaciones estresantes y, a menudo, asumimos que los niños están exentos de estas tensiones. Sin embargo, es fundamental reconocer que los niños también experimentan estrés, y comprender sus causas es esencial para poder ayudarlos de manera efectiva.
¿Qué es el estrés?
El estrés es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones que percibimos como desafiantes o amenazantes. Aunque es una reacción común, cuando el estrés se vuelve crónico puede afectar negativamente la salud física y mental. Según el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH), aproximadamente el 19.1% de los adultos en EE.UU. han experimentado algún trastorno de ansiedad en el último año .
En cuanto a los niños, datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) indican que el 10% de los niños entre 3 y 17 años han sido diagnosticados con ansiedad, y el 4% con depresión . Además, un informe del CDC señala que el 10.5% de los niños de 5 a 17 años han experimentado al menos un evento de vida estresante, y el 8% ha enfrentado dos o más .

Encontrar paz en medio del caos
Vivir sin estrés no siempre significa estar libre de problemas o tensiones, sino aprender a tener paz interior en medio de las circunstancias difíciles. Para los niños, especialmente aquellos que han vivido abandono, maltrato o pobreza extrema, esto implica mucho más que un ambiente sin ruido: significa sentirse seguros, amados y fortalecidos desde dentro.
Una vida tranquila nace de cultivar la paciencia, la confianza y la fe, enseñando a los niños que, aunque haya caos alrededor, ellos pueden hallar calma confiando en que no están solos. Como dice la Escritura: «Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado» (Isaías 26:3).
Consejos para ayudar a los niños a mantener la calma en momentos de estrés
Es esencial equipar a los niños con herramientas prácticas para gestionar el estrés. A continuación, se presentan cinco estrategias efectivas:
1. Fomentar la oración como refugio de paz
Enseñar a los niños a orar en momentos de angustia les ayuda a encontrar consuelo y tranquilidad. La oración es una forma sencilla y poderosa de hablar con Dios, entregar sus emociones y confiar en que Él tiene el control. Cuando un niño aprende que puede acudir al Señor en medio de sus temores, su corazón se fortalece, encuentra calma y aprende a depender de la fe en lugar del miedo. Puedes orar con tu hijo cada mañana antes de empezar el día o en la noche antes de dormir, haciendo de la oración un hábito de paz interior.
2. Enseñarles a confiar en Dios y entregar sus preocupaciones
La fe puede ser un refugio en tiempos de incertidumbre. Enseñar a los niños a confiar en Dios y a expresar sus inquietudes a través de la oración puede brindarles consuelo. La Biblia nos recuerda: «Echad toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros» (1 Pedro 5:7).
3. Fomentar la comunicación abierta
Crear un espacio donde los niños se sientan seguros para compartir sus sentimientos es vital. Escuchar activamente y validar sus emociones les ayuda a sentirse comprendidos y apoyados.
4. Establecer rutinas consistentes
Las rutinas brindan una sensación de seguridad y previsibilidad. Mantener horarios regulares para actividades diarias, como las comidas y el sueño, ayuda a los niños a sentirse más estables y menos ansiosos.
5. Promover actividades físicas y creativas
El ejercicio y las actividades artísticas permiten a los niños liberar tensiones y expresar sus emociones de manera saludable. Estas actividades también contribuyen al desarrollo de habilidades para afrontar el estrés.

El impacto del estrés en niños en situaciones de riesgo
Los niños que viven en condiciones de abandono, orfandad o maltrato enfrentan niveles elevados de estrés debido a la incertidumbre y la falta de control sobre sus circunstancias. Al ingresar a los hogares de la ONG REMAR y PAN, se les ofrece un entorno estable y amoroso donde pueden comenzar a mejorar y fortalecerse.
Apadrina a un niño y transforma su futuro
Cada niño merece crecer en un ambiente lleno de amor y seguridad. Al apadrinar a un niño o un hogar de niños a través del Programa de Apadrinamiento de Niños (PAN), contribuyes a brindarle una vida más tranquila y equilibrada, permitiéndole desarrollarse plenamente y alcanzar su potencial.
